Hace un par de meses cuando estuve en el parque de Xcaret, al finalizar el show de "Mexico Espectacular" salen varias Guacamayas y hacen ese peculiar sonido que a mi en lo particular me pone la "piel chinita" (como se dice coloquialmente en México) y así es como se cierra una gran noche dentro del parque.
Hace un año todos supimos del gran proyecto de liberación de 75 Guacamayas en Chiapas, y que a la fecha existen en libertad absoluta 73, pues lamentablemente murieron 2; cuando me enteré que este año se haría algo similar en Veracruz, en la zona de los Tuxtlas, específicamente en la comunidad de Miguel Hidalgo, en el municipio de Catemaco... por supuesto que pensé, yo quiero estar ahí y quiero ser testigo de ese acontecimiento. Así llegó el día 14 de Junio y después de un largo viaje desde Veracruz estaba listo para presenciar el primer vuelo por la zona protegida de los Tuxtlas.

Con suerte y como el evento lo ameritaba, dos camionetas estaban dispuestas a llevar gente para hacerlos testigos de algo único e inolvidable, la reintroducción de estas especies endémicas.
Después del protocolo donde estaba presente el equipo de biólogos y veterinarios a cargo del programa de conservación y reproducción en Xcaret, o algunas personalidades como el delegado de Semarnat o el Srio del Medio Ambiente... al final eso poco me importaba pues yo me centraba en el área de las guacamayas, resguardadas en una enorme jaula como de unos 10 metros de altura y unos 20 de largo; ellas en tranquilidad comían y se acercaban a la orilla como si supieran realmente que era el día esperado, iban a volar libres por los cielos verdes de los tuxtlas... iban a estar Volando a Casa como le llaman al programa.

No se si al final lo estoy describiendo tal y como lo sentí, aunque creo que me estoy quedando corto y por mucho... pero sigo emocionado de haber estado presente y saber que ahora vuelan libres; y que la gente de la comunidad esta igual de emocionada por tenerlas volando a su alrededor y que ademas se sienten con el compromiso y responsabilidad de cuidar que nada ni nadie les haga daño o piensen en capturarlas.
Nosotros teníamos que hacer lo propio y bajar nuevamente entre senderos para volver a Catemaco, pero esta vez caminando. No había cansancio, todo era alegría y emoción de haber puesto cada uno un granito de arena y ayuda a esta liberación.
Ahora me siento muy orgulloso de saber que por tierras veracruzanas vuelan ya estas bellas Guacamayas Rojas.
Les dejo el emocionante video de la liberación dando click aquí.