Cuando planeaba mi ruta por Colombia a principio de año (2014) iba con la firme convicción de romper mitos y mala fama sobre un país que tiene como slogan: “el único riesgo de Colombia es que te enamores”... por eso es peligroso.
Mi primer opción de hospedaje los primeros días era precisamente hacer couchsurfing con un anfitrión que había contactado semanas atrás platicando el día de mi llegada y las noches que pretendía alojarme; sin mas ni mas me aceptó poder alojarme por las 3 primeras noches, aunque a lo ultimo ya no pudo ser, pues amablemente me recibían en Casa Galería, en el centro de la capital.

Fue justo ahí cuando conocí a Vivi y a Filip, una pareja de aventureros como yo que les encanta viajar. Ella Colombiana, él de Republica Checa y que con gran sencillez me aconsejaron el camino de vuelta y que hacer en el resto de la ruta. De ella no me extrañaba el buen trato, esa calidez y amabilidad que identifica a un latino es natural, de él si me sorprendía y no porque piense que los europeos no sean amables, pero la frialdad que ellos tienen simplemente mi amigo Filip no la posee.
Habíamos pasado apenas un día conviviendo en esta zona de Colombia y el común denominador de la platica era VIAJAR!. Una noche antes de volver, y yo sin tener en claro por donde me iría me sugirieron pasar por Ibagué (haría menos tiempo) para continuar hasta Armenia y Eje Cafetero.
-No hay problema, te quedas en nuestra casa, tenemos un espacio para ti- me dijo Filip.

Tres pisos por las escaleras y estaba por experimentar una estancia más de “couchsurfing” pero esta vez sin haberla solicitado en linea, sino personalmente… y luego en uno de los países al que mucha gente tiene temor: Colombia.
No podía esperar más; un sofá-cama muy cómodo, pantalla de tv, internet y baño con agua caliente… a la mañana siguiente, mis nuevos amigos me consintieron con arepas hechas en casa. Después de estar bañados y sin plan alguno ni especial en Ibagué, me llevaron a conocer un poco de la Universidad que se encuentra muy cerca de su hogar, saber y conocer un poco mas de la tranquilidad de la ciudad.
Por la noche me llevaron por un típico Patacón* y unas infaltables cervezas para despedirnos gratamente, ya que sería mi ultima noche en su hogar y en su ciudad. No pude acabar mas agradecido, me pasearon, me trataron excelente y me abrieron las puertas de su casa.

* Patacon: es una comida a base de trozos aplanados fritos de plátano verde; es popular en varios países latinoamericanos ademas de Colombia, en Panamá, Ecuador, República Dominicana y Venezuela entre otros.