“El único riesgo de venir a Colombia es querer quedarte.”
🛬 Bogotá, el punto de partida

“Tienes que ir al Putumayo. Pocos se atreven, pero todos regresan enamorados.”
No lo dudé.
🌧 Putumayo: lo que antes era miedo, hoy es magia

Ahora es diferente me dice, y me explica que los nuevos riesgos ahora son el asombrarse ante la naturaleza, el enamorarse de un ecosistema sano, sin alteraciones y completamente al natural, observar la selva tal cual es, la Cascada del Fin del Mundo o el Ojo de Dios, como conocen a estos atractivos naturales... y los peligros quizá puedan ser por picaduras de algunos animales como hormiga Conga, insectos o plantas, o la propia comida o agua a la que normalmente no está acostumbrado el organismo; pero no tenía mucho de que preocuparme porque estaba respaldado por un seguro de viaje que me acompañaba, el cual había contratado con Iati Seguros por recomendación de mi amigo Adrian de +Molaviajar y que amablemente también me ayudaba a aclarar varias preguntas como: ¿vale la pena? ¿es un gasto o una inversión? ¿debo contratarlo? y una larga lista de dudas y etcéteras respecto a los seguros... en fin, contratado estaba y me sentí mas seguro estando con un seguro (algo que deben hacer cuando salen del país).
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Hormiga Conga. |
🚍 La travesía comienza: 14 horas, muchas curvas y cero arrepentimientos
La cita del Viernes era a las 8 de la noche en la estación de Autobuses y puntual (muy a pesar del trafico de locura que se volvió Bogota por ser feriado), ahí me encontré y conocí a los encargados de guiar al numeroso grupo y a algunos integrantes del citado grupo que también iba para Mocoa y con quienes iba a compartir la experiencia.
- 🚕 Taxi a la terminal: $12,000 COP
- 🎟 Boleto Bogotá–Mocoa: $60,000 CO
Arriba del cómodo autobús empezaba el viacrusis para salir de la ciudad, de la que terminamos saliendo a las 12 de la noche y un recorrido que se suponía es de unas 11 hrs aproximadamente se convirtió en ¡14 horas arriba de un autobús! y muy a pesar del chofer que me hizo pensar en mas de una ocasión que el seguro iba a tener que ocuparlo por su culpa; es una carretera tan llena de curvas y que las tomaba con aquella confianza de como si trajera una Formula 1, terminé agradeciendo infinitamente a todos los santos que a las 10:30 am estuviéramos en Mocoa sanos y salvos.
*Vale la pena ir bien abrigados porque aunque ofrecen un "cobertor" el aire acondicionado lo ponen como si llevaran pingüinos en lugar de pasajeros jaja!.
*Vale la pena ir bien abrigados porque aunque ofrecen un "cobertor" el aire acondicionado lo ponen como si llevaran pingüinos en lugar de pasajeros jaja!.
☔ Bienvenidos al Amazonas
Nos recibió una tormenta tropical —bienvenidos al Amazonas, pensé— y desde ese momento empezó la aventura.
Fuimos directo a la posada donde dormiríamos dos noches. Un lugar sencillo pero acogedor, rodeado de verde, barro, sonidos de la selva y una promesa: vivir una experiencia que muy pocos han vivido.
Juan Pablo me lo había advertido:
“Los peligros aquí ya no son la guerrilla… son las hormigas Conga, los mosquitos o enamorarte del Putumayo.”
Y sí… tenía razón.
📌 Lo que aprendí (y nunca olvidaré):
- La naturaleza del Putumayo es indómita, poderosa y mágica.
- La gente es increíblemente hospitalaria.
- Contratar un seguro de viaje me dio tranquilidad real (gracias IATI y @Molaviajar por la recomendación).
- No todo lo desconocido es peligroso… a veces solo necesita una mirada distinta.
Hey me parecio una historia interesante pero donde esta la otra parte ? Me gusta como escribes tus historias ..
ResponderBorrarClaro, muy buena apreciación... iré contándolo por partes para no hacer un post tan largo y cansado.
BorrarDe esta region de Colombia (en el Putumayo) fueron 3 días muy intensos de deporte extremo. Agradezco tus comentarios y criticas y te mando un gran abrazo y saludos.